La frontera franco-española atraviesa 623 km a lo largo de los Pirineos y está sometida desde el año 2015 a controles y cierres recurrentes por parte del gobierno francés. La excusa era la amenaza terrorista. La realidad es otra, París quiere controlar la migración que le llega desde España. Los Acuerdos de Schengen de 1985 abolieron los controles en las fronteras interiores de la Unión Europea. Ahora la frontera de los Pirineos se ha convertido en una franja de control difuminado de cerca de treinta kilómetros de ancho. Elsa Putelat y Nicolas Dupuis, los directores del documental llevan años vigilando esta frontera con sus cámaras y micrófonos donde han muerto en los últimos tres años al menos trece personas cuando la intentaban cruzar.
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