En 2006, el abogado laboralista Terry Collingsworth descubrió dos casos de esclavitud infantil en Costa de Marfil. Todos ellos testificaron haber sido segregados con doce años para trabajar gratis en unas plantaciones de cacao, las cuales mostraron indicios de estar vinculadas a dos de las empresas alimentarias más grandes del mundo: Nestlé y Cargill. Desde entonces, Collingsworth y su compañero de profesión Paul Hoffman han iniciado una lucha de fondo para llevar a juicio a las dos multinacionales. Tendrá que pasar más de una década para que el Tribunal de Apelación de California acceda a analizar el caso. El motivo: los abogados de Nestlé y Cargill se aseguraron de que las empresas se deshicieran de la presencia de niños trabajando en sus plantaciones. No obstante, todo cambió cuando Terry Collingsworth viajó a Costa de Marfil para encontrarse con sus demandantes y, a través de un activista de la causa, pudo acceder a unas facturas que desmintieron los argumentos de las empresas multinacionales.